dilluns, 24 de setembre del 2012

dissabte, 15 de setembre del 2012

La incertesa de l'Univers quàntic. Redes 94

La escala más pequeña del universo –la que se rige por las leyes de la física cuántica– parece un desafío al sentido común. Los objetos subatómicos pueden estar en más de un sitio a la vez, dos partículas en extremos opuestos de una galaxia pueden compartir información instantáneamente, y el mero hecho de observar un fenómeno cuántico puede modificarlo radicalmente. En el próximo capítulo de Redes, Vlatko Vedral, físico de la Universidad de Oxford, explicará a Eduard Punset cómo lo más extraño de todo esto es que el universo mismo no estaría compuesto de materia ni de energía sino de información.

Els misteris de l'Univers I. (Redes 123)

Imagina que el Sol mide 2 centímetros de diámetro. En ese caso, la Tierra apenas mediría como una mota de polvo y Plutón sería invisible. Si colocásemos el Sol en la portería de un campo de fútbol, la Tierra estaría a unos 2 metros y Plutón, en la otra portería. Si ese campo fuera el Camp Nou, en Barcelona, ¿dónde crees que estaría Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro sistema solar? ¿En las graderías? ¿En el aparcamiento del estadio? ¿En otro barrio? No, estaría mucho más lejos, un poco más allá de Madrid: en Talavera de la Reina. El universo es asombroso y cuanto más sabemos de él, surgen más preguntas fascinantes. Punset viajó a Londres para charlar sobre los misterios del universo con el astrónomo y divulgador científico Stuart Clark.

Els misteris de l'Univers II (Redes 127)

En este nuevo capítulo de Redes, veremos la segunda parte de la entrevista en la que Punset y Clark siguen profundizando sobre otros grandes misterios del universo como el origen de la vida, el motivo por el que el universo tiene la misma temperatura en todas las partes y sobre la existencia de Dios y la relación de la ciencia con la religión.

CORRECCIÓN: En este capítulo de Redes, tenemos un error en el minuto 14:32. El tiempo que ha tardado en llegar a la Tierra la luz de los extremos del universo observable es de 13.400 millones de años y no de 46.000 millones de años como se indica en el programa. La distancia que ha recorrido esa luz sí es de 46.000 millones de años luz. Aquí surge una contradicción aparente: si el universo lleva 13.700 millones de años expandiéndose y nada puede viajar más rápido que la luz, ¿cómo es posible que el universo observable tenga un tamaño radial de 46.000 millones de años luz, distancia que, para recorrerla, la luz necesitaría más tiempo que la edad del universo? La razón está en la energía oscura, que ha estirado el espacio mismo sobre el que se ha desplazado la luz (sobre este tema se habla en la primera parte de «Los misterios del universo». Pedimos disculpas a los televidentes por el error cometido.